Tengo hambre, no puedo negarlo.
Tengo una necesidad que necesito saciar, una necesidad básica de todo ser humano, crear, masticar, ingerir y digerir. No necesito que tenga un sabor espectacular, no necesito que sea majestuoso ni apetitoso, me conformo con un tronco reseco y agua contaminada, tengo hambre y no lo voy a negar. Camino por pasillos obscuros y solidos, y el olor a cacao procesado se ha impregnado en mi pelo, en mis tunicas, en mi piel y lo aborrezco.
Soy un rey de un reino sin pueblo, como lo sé no tengo idea, he aparecido en un pasillo de chocolate y sé que soy un rey. Mi mente esta llena de recetas y sabores que ansio, pero solo se me presenta chocolate. Estoy harto de el chocolate. El pasillo es interminable, llevo horas, dias, meses, años caminando y ni una ventana, ni una puerta, ni una entrecruzada, solo un pasillo largo y eterno de chocolate.
Tengo hambre, no puedo negarlo.
Mi sanidad ha sido comprometida, he caminado por siglos y este pasillo no tiene principio ni fin, hace 20 años he marcado una pared, la he mordido y vomitado el chocolate, y ahora me encuentro en el mismo lugar, camino en circulos y no puedo parar. Mi mente tiene demasiado tiempo libre y ha empezado a conspirar en contra de mi, la escucho en el fondo como platica y murmura con mis otras personalidades intentando derrocar este rey fracasado que no ha logrado salir del pasillo, a situaciones extremas medidas drasticas, debo evitar el motin, debo escapar de esta prisión. Esta decidido, a pesar de mi aversión al chocolate, sé puedo abrir un agujero en esta pared maldita y salir en busqueda de algo más, mordida tras mordida, ingerir, digerir y llorar, como detesto el chocolate, pero no puedo dejar de morder, estoy en sintonia con mi mente, la conspiración ha terminado y tengo un coro de animadores en el fondo de mi mente dandome fuerza para seguir arrancando pedazos de chocolate. Mordida tras mordida, ingerir, digerir y llorar.
Lo he logrado un agujero suficientemente ancho y alto para poder pasar, solo un esfuerzo más y la libertad será mia, un poco más, me he trabado por las libras extras de el chocolate, esta obscuro, será de noche? extiendo mis manos y busco cualquier objeto que me haga identificar mi paradero, el suelo es duro pero se derrite en mis manos, y a 1 metro 23 centimetros de mi agujero hay una pared.
Una pared de chocolate.
Tengo hambre, no puedo negarlo.
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