Demonios Reales: Ojos Azules en lo Obscuro
No recuerdo bien los detalles de esa noche pues creo y espero que mi pequeña y joven mente puberta la ha bloqueado y si realmente tengo una pizca de suerte los ha borrado completamente, solo soy capaz de escribir esto en aquellos momentos de completa concentración cuando platico con mis voces de esquizofrenia y me cuentan los sucesos de aquella noche.
Heme ahí un infante inocente listo para visitar a Morfeo con mis pijamas a cuadros y la luz de asistencia con forma de Tribilin en el rincón de el cuarto para ahuyentar el temor de la obscuridad y todos esos usuarios macabros que viven en ella para aprovecharse de las pesadillas y temores infundidos de lo desconocido, heme ahí justo después de el ritual de cepillar mis dientes acostado en mi cama viendo la espalda de mis padres mientras salen de mi cuarto luego de arroparme y desearme unas buena noche. Todo apunta a una noche tranquila como la anterior y la que vino ante de esa, pero que caso tendría relatar una noche usual e inmortalizarla en azul? Heme ahí en una noche aparentemente normal, arropado y listo para divagar hasta que el tiempo calculado en horas pero experimentado como segundos termine e inicie un nuevo día, cuando de repente siento esta incomodidad que inicia en la punta de el cabello mas largo de mi cuello y acaba en las terminales nerviosas de mis extremidades, temo abrir los ojos y aceptar mis temores, cuanto tiempo más podre fingir que no hay nada y todo es parte de mi imaginación?
Lentamente abro los ojos y realizo que todos esos cuentos de miedo son puras mentiras, los demonios no tienen ojos rojos ni cuernos ni respiran fuego, no hablan en varias voces y controlan mi cuerpo, o por lo menos mi demonio personal es totalmente diferente.
Desde la obscuridad puedo ver como un par de ojos azules me miran fijamente y lentamente empiezan a succionar mi alma, lentamente como el movimiento aparentemente inexistente a el ojo humando de la tierra, el sol y la luna; este demonio va saliendo de su cobija negra y me muestra su cuerpo humano de tez quemada, puedo verlo a un par de metros sobre mi cama levitando en su alfombra verde y lo veo reír con placer cuando se percata de mi pulso acelerado en mis venas antes discretas y ahora soplonas descaradas.
Mi cuerpo no esta paralizado como lo muestran en las películas de alto y bajo presupuesto del corrupto Hollywood, sino más bien se mueve involuntariamente temblando y la presión que este ente ejerce en mi ha dilatado mis músculos convirtiendo un simple movimiento de mano en una misión digna de un comando con plan de acción y todo.
Cada célula de mi cuerpo ha empezado el proceso de movimiento de energía, desde la uña de mi dedo gordo de el pie derecho hasta las cuerdas vocales, todas reunen suficiente energía para dos actos indispensables... El primero es un grito primero sutil pero con un aumento progresivo de decibeles hasta poder alertar a mis padres, a mi familia y de ser posible a el mundo entero de la existencia de este demonio de ojos agua que ríe y me intenta llevar, El segundo es fuerza a mis extremidades para retroceder a la esquina de el cuarto intentando aumentar la distancia entre el mal y mi alma mientras que mis brazos toman cualquier cosa a mi alcance y lo arrojan esperando puedan crean algún tipo de daño a mi Djinn y obligarlo a evacuar mi cuarto, mi casa, mi vida.
Lo que parece una eternidad en mi pesadilla es el tiempo necesario para que mis padres salten de cama y corran los 5 metros que separan nuestros cuartos y verme en estado de shock total en la esquina de el cuarto y encontrar la escena que he creado, vidrios de las ventanas en el suelo luego de recibir aquellos juguetes y objetos que he tirado, mi cuerpo en una esquina aterrorizado lleno de orina, lágrimas y sudor y un Djinn inexistente a sus ojos pero que ríe aún con más fuerza en mi mente.
Mis padres intentan relajarme diciendo es todo una pesadilla mientras mi demonio ríe a sus espaldas y les llama nombres y juega con sus sentidos. No.. si hay algo ahí.. es un demonio de ojos azules y tez quemada.. te digo que si existe y se ríe de ti.. te digo que es parte de mi esquizofrenia y ahora vive conmigo...
Cuantas veces no catalogamos algo como pesadilla cuando simplemente existe en la realidad de nuestra imaginación.
Ahora duermo por las noches sin mi luz con forma de Tribilin pero he aprendido que si ignoro a mi Djinn se aburre y se duerme también.
Aunque siempre es divertido tirarle un juguete y preguntarle a mis voces si se ha despertado y se ha asustado o no...
21.7.11
13.7.11
Mechones Rojos
Aun a veces, en noches de lluvia y compañía canina, dejo la concentración a lado, me siento en posición de loto con mis piernas cruzadas y permito que las conexiones subneurales de la materia gris disminuyan y descansen, suele suceder que en aquel punto dudoso, aquel que no se sabe si existe o no en la periferia de mi ojo izquierdo, veo como tu cabello rojo sangre se acerca y una voz que no conozco por separado pero si como combinación me dice.. Por pendejo... Pendejo yo?
Intento concentrarme en definir lo real de lo irreal, la existencia de la imaginación, mientras veo como la pequeña hebra de cabello sangre se convierte en un mechón, luego en un busto sin rostro y termina como la perfección en el espacio que solía ser negro en la periferia de mi ojo izquierdo, en el lugar donde estoy seguro solo lo subjetivo existe, compartes este espacio con mis sueños, mis miedos y Elvis el rey.
Después de tanto tiempo, esfuerzo y ganas, he logrado borrar el recuerdo de tu sexo, tu cara, tu perro y nuestras noches de desvelo y sudor. Te despedí con el sol en la cara, un abrazo flojo y un beso amargo que luego, y aun mientras escribo, me causa acidez y melancolía... ya te deje de pensar cuando me despierto pero a veces me visitas cuando duermo, con tu cabello rojo sangre en la periferia, pero las noches ya no me traen tus gemidos ahora ajenos que antes solía disfrutar tan cerca de mi oído con tu cuerpo sobre el mio, tus palabras ya no juegan con el eco de mi subconsciencia... gracias a los dioses.
Serás reconocida por mis voces mentales como musa muerta o pájaro que ya no quizo volar, estas voces a veces síntomas de esquizofrenia o locura, a veces apoyo moral incondicional, pero sin duda compañeras de vida que te han catalogado como pasado, sos una de las que tomaron, conquistaron y destrozaron el área de mi cerebro que se encarga de identificar y nombrar emociones, amor, lujuria, deseo, necesidad; y cuando mi cuarto se llena de humo o la mente se niega a detenerse, te veo bailar con tus compañeras desconocidas unas de otras, todas pelo rojo sangre, todas en la periferia, todas en el ojo izquierdo.
Se me acaba el papel azul milimetrado y los ojos se cierran, justo antes de cerrarlos en la periferia, te dijo buenas noches a ti y a tus amigas que bailan con mechones rojos sangre.
Intento concentrarme en definir lo real de lo irreal, la existencia de la imaginación, mientras veo como la pequeña hebra de cabello sangre se convierte en un mechón, luego en un busto sin rostro y termina como la perfección en el espacio que solía ser negro en la periferia de mi ojo izquierdo, en el lugar donde estoy seguro solo lo subjetivo existe, compartes este espacio con mis sueños, mis miedos y Elvis el rey.
Después de tanto tiempo, esfuerzo y ganas, he logrado borrar el recuerdo de tu sexo, tu cara, tu perro y nuestras noches de desvelo y sudor. Te despedí con el sol en la cara, un abrazo flojo y un beso amargo que luego, y aun mientras escribo, me causa acidez y melancolía... ya te deje de pensar cuando me despierto pero a veces me visitas cuando duermo, con tu cabello rojo sangre en la periferia, pero las noches ya no me traen tus gemidos ahora ajenos que antes solía disfrutar tan cerca de mi oído con tu cuerpo sobre el mio, tus palabras ya no juegan con el eco de mi subconsciencia... gracias a los dioses.
Serás reconocida por mis voces mentales como musa muerta o pájaro que ya no quizo volar, estas voces a veces síntomas de esquizofrenia o locura, a veces apoyo moral incondicional, pero sin duda compañeras de vida que te han catalogado como pasado, sos una de las que tomaron, conquistaron y destrozaron el área de mi cerebro que se encarga de identificar y nombrar emociones, amor, lujuria, deseo, necesidad; y cuando mi cuarto se llena de humo o la mente se niega a detenerse, te veo bailar con tus compañeras desconocidas unas de otras, todas pelo rojo sangre, todas en la periferia, todas en el ojo izquierdo.
Se me acaba el papel azul milimetrado y los ojos se cierran, justo antes de cerrarlos en la periferia, te dijo buenas noches a ti y a tus amigas que bailan con mechones rojos sangre.
8.7.11
Mis zapatos y Zeus
Ya he logrado memorizar el tamaño, forma y asquerosos detalles de suciedad aparentemente inlimpiables y tolerantes de todas las acciones y ataques sutiles de los elementos de la naturaleza que afectan en la vida cotidiana de mis zapatos rojos y viejos, es inevitable si mi vida y mi caminar son cabizbajos y con mis manos seguras en los bolsillos.
Es más fácil convivir y envejecer así que dar mis ojos a ver y ser una acción que afecta a la sociedad que me rodea, que derecho tengo yo de afectar positiva o negativamente a el vivir de alguien más? Y es que como explicar este sentimiento de no pertenencia que ando pegado a mi espalda como las alas que nunca pedí? Caminamos y vivimos interactuando sin importarnos las reacciones y yo muero del miedo solo de respirar. Vamos empujando y empujando y aparentamos que nos importa. Ah si... la política y las guerras y las drogas... Carajo que te importa.. carajo que te importa dije.
No me sentía así de escritor desde hace mucho, el dolor me había entumecido la vista y me obstruyo el oxigeno al cerebro. Pero ahora he vuelto con mis versos pesados y mi ser apático usual, por cuanto tiempo me deje envenenar por palabras lindas y alabanzas falsas de egos inexistentes? Carajo si siento mi corazón pulsar de nuevo y emocionarse por su próxima conquista permanente que le alimente el ego real con cenas y largas horas frente a la T.V.
Carajo que le grito a los mares como los viejos griegos aclamaban a su dios apollo para recordarle que así de mortales como somo estamos acá viviendo como se debe, disfrutando nuestra mortandad, sinceros a nuestros pensamientos y a nuestra sed de conocimiento.
Te grito Zeus, Apollo, Hades, Odin... Te grito que de nuevo mi corazón me pertenece y estoy listo para regalarlo de nuevo, para que no lo vuelvan a pisotear. Desperté de mi sueño infinito y vuelvo a activar la materia gris y los narcóticos ya no me adormecen, vuelvo a recordar todas esas caras que me acompañan a la gloria de el vivir. Recuerdo las sonrisas y las bromas, recuerdo la cocina y el olor a anís.
Carajo estoy vivo y me memorize el tamaño y la forma y aquella suciedad aparentemente inlimpiable de mis zapatos viejos y rojos.-
Es más fácil convivir y envejecer así que dar mis ojos a ver y ser una acción que afecta a la sociedad que me rodea, que derecho tengo yo de afectar positiva o negativamente a el vivir de alguien más? Y es que como explicar este sentimiento de no pertenencia que ando pegado a mi espalda como las alas que nunca pedí? Caminamos y vivimos interactuando sin importarnos las reacciones y yo muero del miedo solo de respirar. Vamos empujando y empujando y aparentamos que nos importa. Ah si... la política y las guerras y las drogas... Carajo que te importa.. carajo que te importa dije.
No me sentía así de escritor desde hace mucho, el dolor me había entumecido la vista y me obstruyo el oxigeno al cerebro. Pero ahora he vuelto con mis versos pesados y mi ser apático usual, por cuanto tiempo me deje envenenar por palabras lindas y alabanzas falsas de egos inexistentes? Carajo si siento mi corazón pulsar de nuevo y emocionarse por su próxima conquista permanente que le alimente el ego real con cenas y largas horas frente a la T.V.
Carajo que le grito a los mares como los viejos griegos aclamaban a su dios apollo para recordarle que así de mortales como somo estamos acá viviendo como se debe, disfrutando nuestra mortandad, sinceros a nuestros pensamientos y a nuestra sed de conocimiento.
Te grito Zeus, Apollo, Hades, Odin... Te grito que de nuevo mi corazón me pertenece y estoy listo para regalarlo de nuevo, para que no lo vuelvan a pisotear. Desperté de mi sueño infinito y vuelvo a activar la materia gris y los narcóticos ya no me adormecen, vuelvo a recordar todas esas caras que me acompañan a la gloria de el vivir. Recuerdo las sonrisas y las bromas, recuerdo la cocina y el olor a anís.
Carajo estoy vivo y me memorize el tamaño y la forma y aquella suciedad aparentemente inlimpiable de mis zapatos viejos y rojos.-
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